Por segundo año Joan y yo hemos organizado nuestra peculiar despedida del año, deportivamente hablando. Esta vez hemos decidido dejar las bicis y aventurarnos con el trekking y ascender al Puigmal haciendo una vuelta que sale desde Fontalba, asciende al Puigmal, pasa por Nuria y vuelve al punto de salida. En esta ocasión nos tenía que acompañar Salva, pero unos problemas de última hora han hecho que no pudiera venir, el poder de convocatoria de Joan sigue intacto.
Así que el domingo por la tarde salimos en dirección de nuestro campo base, el camping de la Vall de Bianya, no sin antes pasar por casa del Salva a recoger los crampones que tenia para Joan y parte de la comida que había previsto, gracias por el festín. Una vez en la caravana, cena, grabar los tracks en gps, ajuste de crampones y para la cama, que el despertador suena a las 6h30.
Por la mañana, nos despertamos puntuales y las primeras palabras de Joan son para decirme que tenemos el 1er problema del día en la organización, hemos dejado el coche delante de la caravana y la barrera para salir del camping no se abre hasta las 8h. Así que nos quedamos en la cama un rato de más, tanto que al final salimos sobre las 8h30. Ya vemos que con este retraso no llegaremos a dar la vuelta entera y decidimos recortar la vuelta y probar la ida y vuelta desde Nuria, ya que no sabíamos si se podía llegar hasta Fontalba en coche o si el camino estaba muy nevado. Objetivo coger el tren cremallera que sale desde Queralbs a las 9h40.
Aquí nos encontramos con el segundo problema, en Ribes de Fresser nos saltamos el desvío para Queralbs y seguimos por la collada de Tosses, cuando nos damos cuenta estamos llegando a Planoles, así que damos media vuelta y mientras vamos pensando que hacer por si no llegamos a coger el cremallera. Al final llegamos justos para aparcar el coche y subirnos al tren, llegamos a Nuria a las 10h. Nos equipamos y por fin empieza la ascensión.
Después de unos metros caminando por la nieve decidimos ponernos las raquetas.
El camino esta bastante nevado y con algún punto complicado de pasar.
A medida que vamos subiendo la cosa se va complicando no tanto por el terreno por el que estábamos pero por el tiempo, cada vez se veía menos, había más viento y hacía más frió. Así que casi 3 horas después de salir de Nuria decidimos no arriesgar y damos media vuelta.
En la bajada nos paramos para comer y tomar las cervezas que esperábamos tomarnos en la cima.
Una vez con los estómagos llenos, decidimos no bajar por el mismo camino, para evitar los pasos complicados que nos habíamos encontrado en la subida, lo que no evita que encontremos otros.
En cuanto divisamos Nuria, decidimos probar los crampones, que para eso los hemos estado cargando todo el día, a ver que tal.
Y llegamos a Nuria, con la desilusión de por primera vez no haber cumplido con nuestro objetivo. La frustración dura poco y mientras esperamos el cremallera decidimos que en cuanto lleguemos a Queralbs subiremos a Fontalba a ver el estado del camino y hasta donde se puede llegar y si podemos intentar “fer el cim” el día siguiente. Y así es, el camino esta practicable hasta unos 500m del parking, la suerte esta echada y el día siguiente volveríamos a probar suerte.
De vuelta al camping, ponemos a secar la ropa y botas y en un horario Suizo nos preparamos la raclette que teníamos para cenar. Un poco de tele y para la cama que al día siguiente teníamos que volver a madrugar y sobretodo mejorar la logística.
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