Después de las vacaciones tocaba volver al mundo de las carreras y empezar a entrenar el maratón. Así que a falta de otros retos decidí seguir los pasos de Joan, aun a sabiendas que este tipo de carreras no son lo mío, e inscribirme a la 5ª Burriac Atac.
Las grandes novedades de esta carrera, para mi, son que es por montaña y es nocturna.
Así que el sábado después de una parada en El Masnou para recoger a Joan y echarnos unas cuantas risas en su casa.
Las grandes novedades de esta carrera, para mi, son que es por montaña y es nocturna.
Así que el sábado después de una parada en El Masnou para recoger a Joan y echarnos unas cuantas risas en su casa.
Llegamos a Vilassar de Mar con el tiempo suficiente de recoger los dorsales y de poder calentar (error, al gastar energías inútilmente).
Sobre las 21h30 se da la salida de las féminas y 15min después salimos nosotros. El ambiente es increíble, mucha gente animando, tambores, petardos, …
Los primeros 3km Joan me va haciendo de guia, ya que este tramo no lo hice en agosto, y vamos juntos hasta que llega la 1era gran pendiente. A partir de este punto se me disparan las pulsaciones y corto mi esfuerzo y me pongo a caminar. Ya le he dicho a Joan varias veces que no me esperara, pero según el prefiere que vayamos juntos. Al final de la subida veo que me esta esperando y me dice que me acerque. Paso de el y decido no acercarme ni seguirlo, a pesar que es un tramo de llano, y así poder ir a un ritmo mucho más tranquilo. A partir del km 4 empieza la verdadera cursa, por bosque y senderos. La subida hasta el turó de l’infern la hago andando como los que tengo delante. Ya llevamos 6km y unos 45min de carrera y a partir de aquí empieza la 1era bajada. Este tramo espero recuperar un poco y mejorar mi posición pero al cabo de poco empiezo a tener pinchazos en los gemelos cuando intento acelerar un poco y tengo que parar y caminar. Y esta tónica se repite todo el camino hasta el castillo de Burriac, en subida andando voy bien, sin molestias en los gemelos, e incluso consigo correr un poco siguiendo el ritmo del grupo en el que estoy. En cambio en las bajadas voy más rápido que los que tengo delante cuando puedo correr, y me hago adelantar cuando tengo que caminar al subirse los gemelos. Una vez pasado el castillo, ya solo queda la bajada hasta Vilassar de unos 7km, exceptuando un par de subidas traidoras. Pero la cosa no mejora y por mucho que me deje ir y que intente cambiar mi zancada para forzar lo menos posible, nada sigo toda la baja haciendo paradas para “relajar” los gemelos e incluso haciendo una parada para estirar justo después del ultimo avituallamiento en Cabrera de Mar.
Y así hasta llegar a la playa donde me encuentro con la putada final, cuando pienso que esto ya esta acabado, antes de pasar la línea de meta, hay que recorrer unos 300m por la arena.
Hay bastante gente animando que te alienta a continuar y no pararte, la meta no llega nunca mientras vas pasando por debajo de unos cuantos arcos. Este tramo se me hace eterno y posiblemente el más duro del recorrido, por no querer parar y no saber como aguantar el dolor de los gemelos y de la rodilla izquierda que he tenido durante la bajada (supongo que por cambiar mi zancada).
Al cruzar la línea me veo con Joan, que ya llevaba unos 20min esperando, y después de recoger mi bolsa con los souvenirs nos tomamos el bocadillo de butifarra y una “mísera” cerveza sin alcohol y para casa.
Al final he tardado 2h 19 y he acabado el 300 de 473 que han acabado. Según el garmin han sido un total de 16,84 km y un desnivel acumulado de 798m.
Aquí esta el recorrido y el perfil:
Ha sido una nueva experiencia, pero que no me ha acabado de convencer. A pesar de hacer mejor tiempo que el esperado 2h30, al ritmo que he ido me he encontrado con mucha gente en todo momento, mucho polvo, calor y, como preveía, unas pulsaciones por las nubes. En cambio el correr de noche no me ha importado e incluso lo he disfrutado cuando me he podido quedar en algún momento en solitario.
Sobre las 21h30 se da la salida de las féminas y 15min después salimos nosotros. El ambiente es increíble, mucha gente animando, tambores, petardos, …
Los primeros 3km Joan me va haciendo de guia, ya que este tramo no lo hice en agosto, y vamos juntos hasta que llega la 1era gran pendiente. A partir de este punto se me disparan las pulsaciones y corto mi esfuerzo y me pongo a caminar. Ya le he dicho a Joan varias veces que no me esperara, pero según el prefiere que vayamos juntos. Al final de la subida veo que me esta esperando y me dice que me acerque. Paso de el y decido no acercarme ni seguirlo, a pesar que es un tramo de llano, y así poder ir a un ritmo mucho más tranquilo. A partir del km 4 empieza la verdadera cursa, por bosque y senderos. La subida hasta el turó de l’infern la hago andando como los que tengo delante. Ya llevamos 6km y unos 45min de carrera y a partir de aquí empieza la 1era bajada. Este tramo espero recuperar un poco y mejorar mi posición pero al cabo de poco empiezo a tener pinchazos en los gemelos cuando intento acelerar un poco y tengo que parar y caminar. Y esta tónica se repite todo el camino hasta el castillo de Burriac, en subida andando voy bien, sin molestias en los gemelos, e incluso consigo correr un poco siguiendo el ritmo del grupo en el que estoy. En cambio en las bajadas voy más rápido que los que tengo delante cuando puedo correr, y me hago adelantar cuando tengo que caminar al subirse los gemelos. Una vez pasado el castillo, ya solo queda la bajada hasta Vilassar de unos 7km, exceptuando un par de subidas traidoras. Pero la cosa no mejora y por mucho que me deje ir y que intente cambiar mi zancada para forzar lo menos posible, nada sigo toda la baja haciendo paradas para “relajar” los gemelos e incluso haciendo una parada para estirar justo después del ultimo avituallamiento en Cabrera de Mar.
Y así hasta llegar a la playa donde me encuentro con la putada final, cuando pienso que esto ya esta acabado, antes de pasar la línea de meta, hay que recorrer unos 300m por la arena.
Hay bastante gente animando que te alienta a continuar y no pararte, la meta no llega nunca mientras vas pasando por debajo de unos cuantos arcos. Este tramo se me hace eterno y posiblemente el más duro del recorrido, por no querer parar y no saber como aguantar el dolor de los gemelos y de la rodilla izquierda que he tenido durante la bajada (supongo que por cambiar mi zancada).
Al cruzar la línea me veo con Joan, que ya llevaba unos 20min esperando, y después de recoger mi bolsa con los souvenirs nos tomamos el bocadillo de butifarra y una “mísera” cerveza sin alcohol y para casa.
Al final he tardado 2h 19 y he acabado el 300 de 473 que han acabado. Según el garmin han sido un total de 16,84 km y un desnivel acumulado de 798m.
Aquí esta el recorrido y el perfil:
Ha sido una nueva experiencia, pero que no me ha acabado de convencer. A pesar de hacer mejor tiempo que el esperado 2h30, al ritmo que he ido me he encontrado con mucha gente en todo momento, mucho polvo, calor y, como preveía, unas pulsaciones por las nubes. En cambio el correr de noche no me ha importado e incluso lo he disfrutado cuando me he podido quedar en algún momento en solitario.
Eso si es una prueba que recomiendo a quien quiera probar algo diferente al asfalto, divertida, muy bien organizada y con mejor ambiente.
1 comentario:
Para mi ha sido una gran experiencia pero como dices... la putada final es para matar a la organización!
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