De izquierda a derecha, Joan, yo, Sergio, Salva, José Maria y Xavi
Nada más salir, las primeras anécdotas que hacen presagiar que uno no lo va a pasar bien durante el día. Joan saliendo del parking del hotel se da cuenta que no lleva su casco, así que media vuelta y a por el, a los 5min se da cuenta que no lleva los guantes y de nuevo media vuelta, aunque esta vez vuelve sin los guantes.
Los 1eros 5 km son por un sendero bastante técnico hasta el pueblo de Aubert el ritmo es muy lento y tardamos unos 50 min. De aquí hasta el siguiente pueblo volvemos a tomar otro sendero con unas vistas espectaculares. En este tramo, el gafado, rompe las gafas.
Luego hasta llegar a Vilamos, primer punto de control, el camino es por asfalto y pista de tierra. Nos encontramos con el restaurante cerrado y no podemos tomar el 1er carajillo de la salida, con lo bien que hubiera venido.
La bajada hasta Bossot es por carretera excepto un último tramo. A partir de aquí empieza la subida al mítico puerto del Portillon.
Los primeros 5 km son por carretera y Joan y yo los empezamos a subir a un buen ritmo, hasta que llegan los problemas mecánicos y a Joan se le suelta un pedal. Varias paradas para intentar arreglarlo y llegamos al desvió que debemos tomar para continuar la ascensión.
En este punto el grupo ya esta roto y cada uno decide subir a su ritmo los 9 km de ascensión por pista.
La bajada, después de unos kilómetros por carretera es por medio de un bosque y por un sendero no muy técnico, pero lleno de hojas que esconden las raíces y piedras.
En este punto nos empieza a llover pero los árboles nos protegen y no hace falta poner el goretex. Al llegar a Bagneres de Luchon, donde debíamos sellar el roadbook, pero el hotel-restaurante esta cerrado, nos paramos a tomar unas cervezas hasta que nos volvemos a juntar todos.
La bajada, después de unos kilómetros por carretera es por medio de un bosque y por un sendero no muy técnico, pero lleno de hojas que esconden las raíces y piedras.
En este punto nos empieza a llover pero los árboles nos protegen y no hace falta poner el goretex. Al llegar a Bagneres de Luchon, donde debíamos sellar el roadbook, pero el hotel-restaurante esta cerrado, nos paramos a tomar unas cervezas hasta que nos volvemos a juntar todos.
Nada más salir del pueblo nos encontramos con un sendero de subida bastante técnico y duro. José Maria se queda y los demás continuamos a nuestro ritmo. El camino es un constante sube (mucho) y baja por todo tipo de pistas y al final Joan y yo nos despegamos de los demás que dudan en continuar por el camino o tomar la carretera. Al final sobre las 19h llegamos al hotel y los demás un poco más tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario