Cuando en julio nos apuntamos a la volta a la Cerdanya ya tenia muy claro que mis ganas de sufrimiento iban a estar por los suelos (tónica durante todo el año), pero el echo de que Salva se uniera al equipo carajillero hacia que tuviera un aliado para frenar a Joan. Pero el mismo viernes por la mañana, Joan me anuncia que Salva no viene, que tiene unos dolores en la rodilla, y yo caigo en una depresión profunda y me planteo seguir sus pasos. Solo saber que tendré a Joan con el látigo detrás durante 2 días, desmotiva a cualquiera.
Pero bueno, al final como buen compañero de fatigas no lo abandono y sobre las 16h salimos en dirección de Castellar de n’Hug. Unas 2 horas más tarde llegamos con el tiempo justo de recoger los dorsales y descargar las bicis antes de que empiece a llover. Aquí Joan tiene su primer cabreo con la organización al habernos alojado en una casa de colonias que se encuentra a unos 5km del pueblo y no en el albergue. Pero esto dura poco, ya que de camino nos encontramos con un bar donde paramos a tomar las primeras cervezas (en realidad segundas) del fin de semana y luego al llegar a la casa de colonias nos dicen que no tienen sitio para alojarnos y que nos han reservado una habitación en el hotel les Fonts. Después de un momento de desconcierto, no damos cuenta que el tener una habitación y un baño para nosotros compensa el tener que hacer las idas y vueltas para desayunar y cenar.
Después de alojarnos y tomar otras cervezas nos volvemos al pueblo para el briefing donde el Pere nos explica la ruta y donde están todas las piedras y agujeros que nos encontraremos en el recorrido. Al acabar, de vuelta a la casa de colonias para cenar donde coincidimos con el Pep y la Eva con quien he estado en la Titan y otras carreras.
De vuelta al hotel y antes de que cierren el bar pedimos que nos preparen unos carajillos, la tradición hay que mantenerla.
Llega el día de la primera etapa y empieza temprano, nos levantamos sobre las 4.15 y al poco subimos para tomar el desayuno. Somos los primeros en llegar a la sala con lo que no tenemos que hacer cola, al contrario que el año pasado. Después de volver al hotel y de los últimos preparativos sobre las 5.45 llegamos a Castellar para esperar nuestro turno de salida.
Sobre las 6h35 por fin salimos, aun es de noche y Joan para no perder sus buenas costumbres se ha dejado el frontal y tiene que quedarse detrás.
Los primeros kilómetros hasta el tramo de orientación son bastante fáciles y por pista, excepto una trialera que hacemos a pie más vale no arriesgar de buena mañana. Al empezar el tramo de orientación el gran explorador Joan se pone delante para indicar el camino. Hay que decir que excepto al principio, por seguir como 2 borregos a los demás y al final por intentar descubrir nuevos caminos, se ha espavilidado bastante bien, aunque alguna ayuda externa si que ha tenido.
El resto del día es un continuo subir y bajar por pistas, con bastantes piedras sueltas, algunas rampas fuertes y algún sendero.
Hasta que llegamos a la Pobla de Lillet y el principio de los 8km sobre asfalto que nos llevan de nuevo a Castellar. Hasta este momento hemos tenido suerte con el tiempo y no nos ha llovido pero nada más empezar la subida empiezan ha caer las primeras gotas, nos paramos para proteger los camels y seguimos subiendo, aunque la lluvia no dura mucho. Después de 1h20 de subir sin parar al fin llegamos al final de la primera etapa.
El resumen del día: 99,7km en 11h09min, de los cuales unas 2h detenidos, 3245m de desnivel y unas temperaturas que han oscilado entre los 4º y 22º.
El recorrido de esta etapa y el perfil:
Pero nada más llegar, hay que preparar la segunda etapa, limpieza y engrasado de la bici, y de vuelta al hotel para una merecida ducha caliente y retomar fuerzas con unas cervezas. Y de nuevo el mismo ritual que el día anterior, subida a Castellar para el briefing, cena, carajillos y a la habitación para ver el partido del Barça, aunque en la media parte nos quedamos dormidos.
Por la mañana igual que el día anterior pero con una hora más de sueño. A las 7h se da la salida, unos problemas en los listados hace que nos salten y después de unas discusiones por fin podemos salir, son las 7h15. Esta vez el frontal no es necesario, los primeros kilómetros son en bajada y se ve bastante bien. Después de la primera subida nos toca una bajada de más de 10km en la que por no parar me paso buena parte de ella temblando. Siempre por pistas y asfalto llegamos al gran desafió del día, la subida al Coll de Pal y sus 18km casi sin interrupción.
La bajada del coll la hacemos por las pistas de esquí de la Molina y la siguiente subida también aunque esta, imitando el paso de Lona, con la bici a cuestas.
Después de un tramo de asfalto por fin llegamos al tramo de orientación de unos 4km donde tomamos un camino de cabras con bastante desnivel y mucha piedra suelta, todo lo que me gusta. Después de un par de kilómetros más por fin llegamos al final de esta segunda etapa.
El resumen del día: 70,9km en 7h45min, de los cuales 1h25 detenidos, 2655m de desnivel y unas temperaturas que han oscilado entre los 7º y 25º.
El recorrido de esta etapa y el perfil:
Los tiempos oficiales son de 11h 23min para el 1er día y 7h 47min (total 19h10min) y clasificados los 45 de 100 equipos.
En resumen una buena experiencia y un subidón de moral de cara a las próximas pruebas. He sufrido lo justo, por la dureza del recorrido (Joan no ha tenido un buen fin de semana y no ha estado con el látigo detrás presionando) y hemos tenido mucha suerte con el tiempo. Y por primera vez en una prueba, en los avituallamientos he podido comer (y me he puesto las botas entre sándwiches, pasteles de crema y manzana y frutas).