L’Orrienca 08 – La reconciliación

Otro fin de semana más el Carajillo Team ha vuelto a las andadas y esta vez nos hemos ido hasta Orrius para hacer L’Orrienca 2008.

Así que otra vez un domingo tocaba madrugar y sobre las 8h me planto en el Masnou a recoger a Joan y su espada y dirección a Orrius. En el camino y fiándonos de la gran experiencia de Joan en orientación nos equivocamos de camino y tenemos que dar media vuelta. Suerte que íbamos con tiempo y que la perdida no fue grande y llegamos a Orrius con tiempo de recoger los dorsales y calentar un poco, o al menos intentarlo ya que los 6º grados que había no ayudaban.



Sobre las 9h20 se da la salida, yo en la tónica de estas últimas competiciones no estoy motivado ni con ganas de sufrir, así que adopto una estrategia conservadora y me pongo a rueda de Joan (más que nada por si toma un atajo). En mente tenía decidido que si no me sentía bien y estaba detrás de Joan, en el punto donde se separa el recorrido de la larga y la corta, cambiar de planes y hacer el recorrido de 20km e ir en dirección del bar de la llegada y esperar tranquilamente a Joan. Pero los primeros 10km (1er avituallamiento y desvío) se me hacen bastante llevaderos, el recorrido es bastante variado con caminos anchos, senderos y pasos técnicos, y sin tener la sensación de forzar demasiado. Como voy unos metros por delante de Joan y que no acostumbramos a parar en los avituallamientos decido continuar y seguir por el recorrido largo. Error, a partir de este punto empiezan unas rampas durísimas que nos llevan al punto más alto del recorrido el Turó Rodó (535m). La subida la hago a un ritmo lento mirando atrás a ver si llega Joan, pero no. Ya empiezo a pensar, ya lo ha vuelto a hacer, ha tomado otro atajo como en la Trinxa. Pero después de repasar mentalmente el camino que había hecho desde la última vez que lo vi, no podía ser y las opciones eran 2, o se ha parado en el avituallamiento o ha tomado el desvío de la corta. Así que continúo a mi ritmo, pensando que ya me enganchara.
Después de unos 6km de bajada, con algún tramo complicado, toca otra vez subir. Más o menos al kilómetro me giro y por fin veo a Joan, me explica que no se encontraba bien, que se ha parado al avituallamiento y que ha estado a punto de seguir por el recorrido de la corta. A partir de aquí nos hemos ido desmotivando juntos, preguntándonos que hacíamos allí, quien nos mandaría apuntarnos y que esta era la ultima carrera de la temporada (algún insulto también ha habido). Desde este punto hasta el kilómetros 30 se nos ha hecho muy duro por un camino rompepiernas pero con unas bajadas técnicas y entretenidas. Joan se ha picado con algún participante y en algún momento se ha distanciado, pero al poco me esperaba.


Y por fin llegamos al pueblo de Orrius, cuando pensamos que ya estábamos nos encontramos con un ultimo avituallamiento en el que nos dicen que nos quedan unos 5km con una subida dura y una bajada muy guapa. Después de este comentario la tentación de bajar los 500m por carretera hasta la llegada es muy grande, pero después de unos tragos del porrón de vino (esto si que es un avituallamiento en condiciones y no tanto zumo y bebidas energéticas), decidimos seguir y acabar la carrera.

Y por fin llegamos a meta, con un tiempo según el polar de 2h54 (hay que añadir el tiempo pasado en el ultimo avituallamiento) para los 35,3km. La velocidad media ha sido de 12,2km/h, las pulsaciones medias de 160 y el desnivel acumulado de 1292m. Según la clasificación oficial hemos hecho un tiempo de 2h57 y clasificados en las posiciones 90 y 91 de 328.

Después de la butifarra y la cerveza de rigor de vuelta a casa, incluyendo la ya típica parada en casa de Joan para acabar la salida con unas cervezas.

El recorrido ha sido muy entretenido pero exigente, sobretodo por el estado anímico. Tendríamos que repetirlo con más tranquilidad, seguro que sin la presión del tiempo y con menos gente (en las trialeras) lo disfrutamos mucho más. Y de cara a próximas salidas y entrenamientos unir los tracks de esta carrera y de la trinxa podría dar una buena ruta.
Y por fin, en una carrera donde hay una clasificación individual, no ha habido un pique interno en el Carajillo Team y hemos hecho gran parte del recorrido como si fuera una salida de fin de semana.